11.7.08

El polémico calendario

Cambio en el régimen escolar
El polémico calendario
El ministro de Educación porteña confirmó que en 2009 las clases comenzarán en febrero, pero la Nación y los bonaerenses se oponen.

Hasta ahora, el único descanso posjulio era el Día de la Primavera. Pero después de las migas del picnic las clases seguían –sin parar– hasta mediados de diciembre. A partir de 2009, en cambio, en la ciudad de Buenos Aires, seguirán las vacaciones de verano e invierno (pero más cortas) y se estrenarán vacaciones de otoño y primavera. El cambio del calendario escolar porteño fue una primicia de Crítica de la Argentina, que reveló la decisión de empezar las clases en febrero, reducir a siete días el receso de julio y sumar tres semanas de vacaciones a lo largo del año.

Mariano Narodowski, ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires, afirmó: “Es cierto que estamos estudiando la implementación de cambios en el calendario escolar para escuelas estatales y privadas –aunque algunas ya tienen este régimen porque tramitaron una excepción–, y estamos conformes porque la mayoría de las personas están de acuerdo. Para los docentes, va a implicar mayor descanso, y los chicos van a poder llegar mejor y con menos conflicto a fin de año. Desde el punto de vista del turismo y del espectáculo, tampoco tiene que haber problemas, porque estamos generando tres temporadas altas”.

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Diario Crítica Digital

1 comentario:

Leandro dijo...

El anuncio del “descansus interruptus” generó repercusiones sociales y políticas. El viceministro de Educación del gobierno nacional, Alberto Sileoni, aseguró: “No queremos confrontar, pero el calendario escolar y la organización del ciclo lectivo se resuelve en el Consejo Federal de Educación. El modelo que está pensando la ciudad de Buenos Aires es anglosajón y tiene sus ventajas, pero exigiría empezar las clases en febrero. Hay intereses que no son sólo de una jurisdicción y, por eso, se debe escuchar la opinión de los gremios y del sector turístico”.

En ese sentido, Marco Palacios, ex presidente de la Cámara Argentina de Turismo, expresa: “Desglosar las vacaciones es positivo. Cuando hay un período que explotar, se toman trabajadores temporarios, pero si el movimiento es más repartido, el trabajo pasa a ser anual y también bajan los precios para los turistas”.

Otro planteo es la resistencia a un plan de vacaciones diferenciadas de un lado y del otro de la General Paz. ¿La provincia podría sumarse a la movida de vacaciones más cortas, pero seguidas? Una fuente del Ministerio de Educación bonaerense aseguró: “Por ahora, no hay ningún cambio previsto, salvo que sea un proyecto que se trate en el Consejo Federal de Educación”.

Más allá de los debates, a partir del año que viene las cartucheras van a empezar a llenarse con lápices de colores desde febrero, junto con las bombitas de agua y la espuma del carnaval. Pero alrededor de mayo (las fechas de los recesos no están terminadas de definir), va a llegar el primer descanso. En otoño, los chicos tendrán días libres para juntar hojas de los árboles en la vereda. En invierno, el telón de los espectáculos va a subir y bajar en sólo siete funciones. Mientras que la primavera estrenará una pausa fuera de costumbre. ¿Flower power? Para algunos, sí. Pero otros ven como un palo en la rueda de los malabares cotidianos sumar días sin clase (y, por ende, sin pupitre que albergue a los hijos mientras los padres trabajan). “A mí me complica, porque en febrero hay colonia y en otoño y primavera no. Además, en febrero hace mucho calor como para ir al colegio. Otro problema: ¿Cómo hago para fragmentarme las vacaciones en tres veces y coordinar con mis otros compañeros de laburo? Ya no alcanza con coincidir con tu marido: ahora tenés que tener un cronograma tipo desembarco en Normandía para poder arreglarte con los chicos de vacaciones”, sostiene Cristina Rodríguez, mamá de dos mellizas de 8 años.

Narodowski responde: “Estamos proponiendo un plan de vacaciones en la escuela que es una propuesta de colonias de invierno. Una actividad recreativa y optativa también se puede implementar en las nuevas semanas de descanso porque es una solución para la gente que trabaja y no tiene dónde dejar a sus hijos y, a la vez, es un descanso para los chicos que no tiene nada que ver con ir a la escuela”.