27.10.05

El olvido

El reintegro de la profesora de Geografía, quien estaba de licencia cuando ocurrieron las dos últimas jubilaciones que llenaron de gozo a los miembros de nuestra comunidad educativa, ha traido algunas sorpresas. La pobre mujer, quien también transita una edad límite, se puso a convocar compañeros para que ayuden a financiar algún obsequio para las que el Huracán Anses se llevó.
Fue sorprendente la respuesta del personal: nadie quiso aportar un peso. Nadie quiso ni siquiera compremeterse a realizar una reunión de despedida.
Quisiera comunicarles a los lectores de este blog que no todos los jubilados vivirán la misma suerte. El olvido está reservado sólo para quienes han dedicado su vida a joder al prójimo, a cortar carreras de compañeros, y a obstaculizar la tarea pedagógica de ingente cantidad de docentes.