Vuelvan a la escuela
Si hay algo más antipático que el populismo conservador del matrimonio Kirchner, es el liberalismo tontuelo del gobierno de Mauricio Macri. Por Daniel Capalbo.
El bueno de Mauricio quiere administrar la ciudad como una empresa y bajar costos, despedir ñoquis (y tomar nuevos), cortar la corrupción. Asunto previsible en un gobierno orgulloso de ser de derecha, bendecido por esa ideología que tanto prodigan los taxistas apenas te bajan la banderita: cierto fascismo porteño.
Macri empezó aniquilando todo lo bueno que en materia de gestión cultural había articulado Aníbal Ibarra. Barrer con eso era necesario, en fin, porque representaba un gasto y no una inversión. Fue después de aumentar hasta el escándalo el impuesto de Alumbrado, Barrido y Limpieza. La razón para incrementar hasta 300% esa tasa municipal fue de orden administrativo: llenar la caja escuálida heredada y bueno, que paguen más los que más tienen. Bien, muy bien. Un sentido de solidaridad que debería reflejarse en mejores servicios hospitalarios, calles transitables, mejoras en la educación. Esas cosas no se ven. Para colmo, un tecnócrata de lápiz rojo, con la estrechez del contador supernumerario, reduce ahora un sistema de becas que pone a los estudiantes, con justicia, en estado deliberativo y los empuja a tomar escuelas.
Para enfrentar el problema, al ministro de Educación, Mariano Narodowski, no se le ocurrió mejor idea que perseguir a los pibes armando listas negras con los nombres y apellidos de quienes participan en las tomas y admitir que la plata para las becas está pero que deben ser selectivas (toda beca lo es). Explicó que un criterio de selección, por ejemplo, es que el hijo de un propietario (en la clase social de Macri todo se mide así: poseés y sos, o no tenés y no sos) no podrá recibir ayuda porque se presume que ser propietario es condición suficiente para garantizar la educación de sus hijos. Una burrada homérica en la Argentina K, donde la pobreza crece en forma constante y “ser propietario” no significa tener trabajo o comer todos los días.
Una humilde sugerencia: Narodowski, Macri, vuelvan a la escuela.
El conflicto que salió de las aulas y ganó la calle
Ambas noticias publicadas en el diario Crítica de la Argentina de hoy, sábado 30 de Agosto de 2008.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario