2.9.04

Aulas en llamas

Miércoles 1 de septiembre de 2004
Alumnos algo desmedidos en sus bromas juegan con un encendedor cerca de las cortinas del aula de tercer año del turno mañana. De pronto la cortina se enciende, provocando la desbandada del alumnado. La preceptora a cargo les ordena salir, y, en medio de los gritos y las corridas, un alumno toma el matafuegos y apaga las llamas. Luego se entretiene en vaciar el contenido del matafuegos en el aula y sobre sus compañeros que volvían a buscar sus mochilas. El aula queda como si hubiera nevado en su interior. La cortina deja una marca de hollín en el techo.
Veinte minutos después aparece la rectora, con su habitual cara desencajada. Tal vez esté preocupada por si hay alumnos o docentes heridos, por si alguien se intoxicó con la cantidad de polvo de matafuegos que llena la atmósfera, o por si alguien se lastimó en su afán de huir de las llamas. Tal vez se esté cuestionando la razón por la cual los alumnos tienen necesidad de acometer ese tipo de actos para ser escuchados. Pero no, su única pregunta, en su habitual tono cuartelero, fue:
- ¿Y ahora quién va a limpiar todo esto?
No, señores, el comercial no tiene solución hasta que alguien se lleve a esta gente lejos del sistema educativo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increible...la conoci? creo q no. Zap