En la Plaza Malaver por amenaza de bomba, 3 de Agosto de 2005

En la Plaza Malaver por amenaza de bomba, 3 de Agosto de 2005
Originally uploaded by Leandro Montaña.

Pasado el mediodía, se recibieron dos llamadas amenazantes. Se avisó a la policía, cuyos agentes trajeron perros y ordenaron evacuar el colegio. Nos dirigimos a dos cuadras, a la placita Malaver, donde nos acompañó el día hasta las 15 hs, cuando se comprobó que se trataba de una falsa alarma. Mientras tanto, nuestros chicos y docentes pasaron una tarde de esparcimiento.
Pueden apreciar todas las imágenes en:
www.flickr.com/photos/comercial24/

Sus últimos mensajes

La última acción de nuestra ex rectora fue ir aula por aula haciéndoles pegar en sus cuadernos de comunicados a todo el alumnado su discurso de despedida. Se trata de una gema de la oratoria con frases como:
"No piensen en ingratitudes de otros, mírense cada uno y frente a éstos pongan la otra mejilla. Laméntense si alguien ha sufrido por culpa suya, dado que por ello deberán dar cuenta al Altísimo. Por lo demás tómenlo como de quien viene, perdonen y lleven su cruz, cuanto más grande mejor será".
"El Señor nos dio el principio de libre albedrío, no olvidemos que esa libertad deberá ser ejecutada para hacer el bien. El hacer el mal nos produce tristeza, nos encadena a las pasiones y nos aleja de Dios".
También se despidió del Director de Educación Media, Gustavo Zorzoli, en una carta de infrecuente poesía:
"Deseo a Ud. el mayor éxito a su gestión, haciendo suya la parábola del "Buen Sembrador", que en sus manos tiene la posibilidad de hacer mucho por nuestra tan querida juventud, que a menudo no encuentra valores por los que luchar, ni ejemplos que imitar".
Realmente conmovidos, podemos retirarnos en paz.

La Jubilación ha llegado

Con fecha 31 de Julio de 2005, el cerebro pedagógico que ocupaba el cargo de rectora ha renunciado por acogerse al beneficio jubilatorio. Finalmente pude cumplir mi promesa: brindar con quien me quisiera acompañar, bebiendo algunas gotas de Fresita en la preceptoría de planta alta.
Ahora sólo nos resta empezar a poner otra vez ladrillos para que esto mejore. Muchos de nosotros habíamos abandonado esa práctica, pues la política del comercial era semejar un cuartel militar. La salida de semejante mamotreto humano es un hito en nuestra historia, y no hace más que comprometernos en levantar esta institución. Hay material humano de calidad, que seguramente ahora podrá ser escuchado.